Patrimonio Artístico y Cultural

Castillo de Almodóvar
Castillo de Almodóvar

Ermita de la Virgen del Rosario
Ermita de la Virgen del Rosario

  • Castillo de Almodóvar. Desde que fuera edificado por los árabes, este recinto gozó de una gran importancia militar debido a su gran extensión (5.627 m2) y a un emplazamiento casi inaccesible, lo que hizo que nunca se tomara por la fuerza de las armas.
    Este castillo, es un interesante conjunto de forma irregular por estar adaptado al terreno sobre el que se asienta, en el que destacan la plaza de armas, las murallas (sencillas, dobles y almenadas, e incluso triples) y ocho torreones, de los cuales, siete de ellos se construyeron para proteger la zona menos defendida por el terreno. La octava torre, la llamada del “Homenaje”, sobresale del flanco oriental y está unida al resto de la edificación por un viaducto alto. Es la edificación más importante de todo el conjunto, en ella, durante la Edad Media, se realizaba el juramento de fidelidad al señor, de planta cuadrada y tres cuerpos, la planta superior ostenta una vistosa cúpula octogonal que hacen de esta torre una muestra relevante de la arquitectura mudéjar en la provincia de Córdoba.
    Este castillo, que en su origen fuera recinto ibérico y posteriormente castro romano, fue edificado como fortaleza por los árabes en el año 740. Lo llamaron Al-Mudawar (el redondo) por la configuración del terreno. Inmediatamente fue ocupado por caudillos que lo eligieron como plaza fuerte y lugar de residencia. Uno de ellos, Abd es Malik Ben Qatan, ha pasado a la Historia por haber ocupado el emirato cordobés. Cinco siglos permaneció este castillo en poder musulmán, dependiendo del califato de Córdoba durante los siglos IX y X, a partir del siglo XI a los reinos de taifas sevillanos. En 1.226, sus laderas fueron testigos de la muerte de Al-Bayyasí, rey de Baeza, que se había sublevado contra el gobernador almohade de Sevilla y que fue traicionado por su propio visir.
    Importante como fortaleza árabe resistió la asedio de Fernando III, siendo entregada al rey cristiano mediante un tratado. Tras la reconquista y ya en poder cristiano, conoce días de esplendor, sobre todo a partir de los reinados de Alfonso XI y Pedro I. Es en esta época cuando debió construirse la mayor parte de la fortaleza existente.
    Este castillo, que tradicionalmente había tenido como función principal la defensa y el control del territorio, en este periodo sirvió de prisión para personajes de cierto rango social, como fueron Juana de Lara, Pedro Fernández de Quesada, Egas Venegas y su mujer, entre otros. Fue también lugar de residencia de algunos monarcas, como Pedro I y Enrique II. Por último, fue utilizado en diversas ocasiones para custodiar tesoros o capitales den metálico, el caso más conocido es el del monarca Pedro I del que se sabe tenía ocultos sus tesoros personales en el castillo.

  • Iglesia de la Inmaculada. Es el principal monumento religioso de la villa. Posee una espaciosa nave con crucero de brazos cortos y una cabecera recta que responde a una construcción barroca. Se construyó en la segunda mitad del siglo XVIII, pero ha sufrido reformas y arreglos, debido al desgraciado incendio de 1.991, en el que se perdieron imágenes y el retablo mayor.

  • Capilla y Convento de Nuestra Señora de Gracia. Data del siglo XVII y fue en su tiempo ermita y hospital. Destaca en la capilla la parte baja del retablo de 1.619, con dos tablas que representan a san Sebastián y Santiago. Actualmente se ha convertido en colegio, conservándose la capilla desde donde sale en procesión la Hermandad de Jesús Nazareno.

  • Ermita de la Virgen del Rosario. Anteriormente llamada Ermita de San Sebastián y hoy dedicada a la Virgen de Rosario. Fue fundada, según la tradición, por Fernando III El Santo con motivo de la conquista de la plaza. La Ermita pertenece al Barroco Andaluz, pudiéndose fechar hacia el segundo tercio del siglo XVIII. Llama la atención su fachada, que dentro de su sencillez y carácter popular, tiene un especial encanto en la decorativa espadaña que la remata.

  • Miradores. El mirador de la Pairejas está situado en un lugar privilegiado, en la calle Pairejas, en la falda de la peña donde se sitúa el castillo y sobre la curva del Guadalquivir que baña los pies de Almodóvar. Desde él podemos admirar magníficas vistas del Castillo y su peña y la Vega del Guadalquivir.
    El mirador del Ribazo situado en la plaza del mismo nombre, es un bello mirador con balaustrada y jardín que se asoma a la Vega y a la Campiña, ofreciéndonos la impresionante visión de tierras onduladas hasta el horizonte. Desde él podemos obtener una magnífica visión del castillo.
    Situado sobre la peña, junto al castillo, el Mirador Natural del Castillo ofrece unas impresionantes vistas de toda la comarca.

  • Caserío de Fuenreal. El Caserío de Fuenreal está situado cerca del casco urbano, por el camino de los toros, aproximadamente a tres kilómetros. Es un típico cortijo andaluz, fechado en 1.733. En sus tierras hay restos de un aljibe romano. Entre sus dependencias sobresale el patio y la capilla. En este cortijo se celebra la Romería de la Virgan de Fátima.
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